martes, 22 de mayo de 2012

Cachorrita de tamaño pequeño, necesita una familia.




Extarido del blog El Parque de Juanito.

A diferencia de la mayoría de los días en el Puente del Arco Iris, este día amaneció frío y gris. Los recién llegados al puente no sabían qué hacer, pues nunca consideraron que amaneciera ese día.

Pero los animales que habían estado esperando durante más tiempo a sus personas queridas para acompañarles a través del puente sabían qué sucedía, y comenzaron a congregarse en el camino que conducía al puente.

En esto se vió venir un perro viejo, cabizbajo y con la cola caída. Se acercó lentamente, y aunque no mostraba signos de lesión o de enfermedad, sufría un gran dolor emocional.

Al contrario que a los animales congregados a lo largo del camino, no se le había restaurado a la juventud y al vigor al llegar al puente. El pobre perro se sentía fuera de lugar, y sólo deseaba cruzar cuanto antes y encontrar la felicidad. Pero al acercarse al puente, un ángel le cerró el camino, se disculpó y le explicó que no se permitía pasar a un perro viejo, cansado y con el espíritu quebrantado.

Solamente a los animales acompañados por su gente les estaba permitido cruzar el puente.No teniendo a nadie, y sin otro sitio donde ir, el perro caminó penosamente hacia el campo frente al puente. Allí encontró otros como él, viejos o enfermos, tristes y desalentados. A diferencia de los otros animales que esperaban para cruzar el puente, estos animales no corrían ni jugaban. Sencillamente estaban echados sobre la hierba, mirando fijamente y con desesperanza el camino que cruzaba el Puente del Arco Iris.

El viejo perro ocupó su lugar entre ellos, mirando el camino y aguardando, sin saber realmente qué esperar.

Uno de los perros recién llegados al camino del puente preguntó a un gato que llevaba allí bastante tiempo qué era lo que sucedía. El gato contestó: "esos pobres animales fueron abandonados, desechados, o dejados en refugios, pero nunca encontraron un hogar en la tierra.

Sólo tuvieron el cariño de un "rescatador". Al no haber tenido una persona propia a la que amar, no tienen nadie a quien escoltar a través del Puente del Arco Iris." El perro preguntó al gato, "entonces qué sucederá a esos animales?" Antes de que el gato pudiera contestar, las nubes comenzaron a abrirse y el frío día paso a un sol brillante. El gato dijo, "mira y verás".

En la distancia apareció una persona y al acercarse ésta al puente, los animales viejos, enfermos y tristes que estaban echados en el campo se vieron bañados en una luz dorada. De repente todos se volvieron jóvenes y sanos, y se pusieron en pié, esperando saber cuál sería su destino. Mientras, los animales que esperaban en el camino inclinaban sus cabezas según se les iba acercando la persona.

Para cada frente inclinada, la persona tenía una rascadita o una caricia. Entonces, uno por uno, los animales ahora jóvenes y sanos del campo se pusieron en fila tras la persona. Juntos caminaron a través del Puente del Arco Iris a un futuro de felicidad y de amor indiscutible.El perro del camino preguntó al gato, "qué acaba de suceder?" El gato respondió: "Esa persona era un rescatador . Los animales congregados a lo largo del camino e inclinados en muestra de respeto son los que encontraron hogar definitivo gracias a ellos . Cruzarán cuando su gente llegue al Puente.

Aquí la llegada de un rescatador es un acontecimiento grande y solemne, y en tributo a ellos se les concede realizar un acto final de rescate. Se les permite escoltar a todos esos pobres animales que no encontraron familia en la Tierra a través del Puente del Arco Iris, hasta el Cielo." El perro meditó un momento, y luego dijo, "me gustan los rescatadores!". El gato sonrió y contestó, "También al Cielo, amigo mío. También al Cielo"


Extarido del blog El Parque de Juanito.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Que bonito. Precioso no dudo que desde luego, pueda ser cierto....